Unos buscan empleo; otros intentan contratar… sin éxito

En España, miles de personas están en búsqueda de empleo. Pero, tal y como muestra el informe “Caminos que convergen: jóvenes y empresas ante el reto del talento”, las empresas están teniendo muchas dificultades para incorporar talento. 

Concretamente, un 75% asegura tener este problema, cifra que asciende a un 84% cuando se trata de las grandes empresas y a un 93% si hablamos de compañías tecnológicas. Y el panorama a corto y medio plazo no parece esperanzador: el 76% de las organizaciones considera posible que estas dificultades se incrementen en 2030.

Tal es la situación que el talento se ha convertido en uno de los puntos más importantes de las estrategias corporativas: un 87% ha puesto en marcha iniciativas de reskilling o upskilling o las tiene planificadas.

La tecnología, una demanda que no se satisface

Si buscas empleo, una estrategia a tener en cuenta es prestar atención a lo que necesita el mercado laboral, y esto pasa por perfiles tecnológicos. Sin embargo, la formación que reciben los estudiantes antes de entrar en el mercado parece no ajustarse a lo que realmente necesitan las compañías. 

Así lo considera el 42% de las organizaciones encuestadas, porcentaje que asciende al 52% cuando se trata de los jóvenes, que también entienden que sus estudios deberían centrarse más en las tareas que realizarán en su carrera.

Las empresas buscan perfiles tecnológicos. En concreto, los más deseados y de los que menos demandantes de empleo hay son especialistas en Inteligencia Artificial y Machine Learning (70%),  expertos en ciberseguridad  (69%) y científicos y analistas de datos (66%), desarrolladores de software y aplicaciones cloud (63%) y especialistas en tecnología y transformación digital (60%). 

El estudio, basado en una encuesta realizada entre septiembre y octubre de 2022 a 106 empresas y 117 jóvenes, señala algunas medidas para que la brecha de talento tecnológico sea menor. Entre ellas se encuentran la transformación del sistema educativo, potenciar becas y prácticas, identificar los roles y competencias realmente necesarios, promocionar la colaboración entre empresas y escuelas y la orientación temprana a los jóvenes para optimizar su toma de decisiones con respecto a su futuro.